De Pablo Neruda
Tengo miedo. La tarde es gris y la tristeza
Tengo miedo. La tarde es gris y la tristeza
del
cielo se abre como una boca de muerto.
Tiene
mi corazón un llanto de princesa
olvidada
en el fondo de un palacio desierto.
Tengo
miedo -Y me siento tan cansado y pequeño
que
reflojo la tarde sin meditar en ella.
(En
mi cabeza enferma no ha de caber un sueño
así
como en el cielo no ha cabido una estrella.)
Sin
embargo en mis ojos una pregunta existe
y
hay un grito en mi boca que mi boca no grita.
¡No
hay oído en la tierra que oiga mi queja triste
abandonada
en medio de la tierra infinita!
Se
muere el universo de una calma agonía
sin
la fiesta del Sol o el crepúsculo verde.
Agoniza
Saturno como una pena mía,
la
Tierra es una fruta negra que el cielo muerde.
Y
por la vastedad del vacío van ciegas
las
nubes de la tarde, como barcas perdidas
que
escondieran estrellas rotas en sus bodegas.
Y
la muerte del mundo cae sobre mi vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario